Certamen Literario DFA 2007

POESÍA 2º PREMIO : ESTHER ALMAU

PELUCHE SUAVE
Once rosas y un clavel blanco



Yo entonces la soñaba, inmune a todo mal
hurgando un horizonte cubierto de regresos,
vestida con el traje febril de la esperanza
y los ojos llenos de memoria.

En mi delirio inmenso, jamás imaginaba que podría ser la dueña
y creadora de cada uno de mis sueños.

Al verla de mi lado, por siempre desprendida de toda promesa,
Yo sí guardé en el pecho el amor que nunca se olvida,
Por mi Dios juro... qué la adoré tanto...

En las tardes de lluvia se volvía como una niña a entrometerse entre mis brazos.
Desde la más tierna infancia que nunca quiso acortar.
En algunas noches... como señorita elegante, tomaba mi cintura y me llevaba a bailar.

Nunca amé tanto mi soledad, desde que ella descubrió mis más preciados valores...

Jamás la eché de menos con tanta alegría... desde que ella dejó el sonido de su mirada en mi cuarto.

Su amor se distinguía como un blanco clavel de pureza,
Entre el dolor que daban las espinas de tantas rosas rojas...

Su amor fue inocente como el primero y eterno como el último...
Su amor no se compara, no se cambia, ni se reniega...
Solo se vive.

Once rosas rojas y un blanco clavel...
Y mi ilusión infinita de algún coincidir con ella.