sábado, 30 de junio de 2007

Certamen Literario DFA 2007

POESÍA 3º PREMIO : NIEVES TARAZONA


Cuando los sonidos del silencio
Murmuren en tus oídos
Y tu voz se quiebre en tu garganta
Déjame amarte.
Para cubrir con besos tu soledad,
Para bañarme en la ternura de tus ojos
Para saborear tú aroma,
Déjame amarte.
Sin ley,
Sin tabúes ni condiciones,
Tan solo amarte.
Mecidos por el tacto, el color, el olor
Mezclados de susurros.
Déjame amarte
Y ser tu amante, tu niña, tu mujer.

Soñaré con tu mirada
Me acunaré en el verde de tus ojos,
Sin regresar al olvido.
Cambiaré de vestido
Y me convertiré en tu princesa
De luna quebrada.
Para que mañana sea otro día
Y el amor se derrame
Entre tus abrazos.
Porque mañana volverá a ser ayer
O tal vez nunca.

Hoy necesito el desconsuelo de la luna
De que las flores me arropen
Y lloren conmigo.
Hoy necesito llorar,
Descubrir como las lágrimas
Son de cristal
Como el mar, como la lluvia.
Hoy necesito descubrir el extraño sabor
De haber sido amada
Y de cómo fugazmente
Con ese amor
La primavera me lleno de rosas.

Al escribir me siento liberada,
Acompañada
Aunque sola esté.
Quizás porque el que ama
Aunque solo escriba para sí
Es sentirse llena
Sin silencios
Con ecos que inundan el alma
Mientras te escribo
Mientras tú no estás.

Marchitó ya, la margarita.
Deshojada quedó sin vida.
La margarita,
Cuyo único fin era ser
Arrancada por un enamorado.
Dejó de sentir la luz, el calor.
Con su lúgubre tristeza,
Acompañada de su inseparable melancolía
Sus hojas fueron perdiendo color.
Atrás quedaron restos
De una primavera soñada.
Ahora, espera, silenciosa
Que el suave viento
La meza entre sus brazos.
Y así, acabar con su sueño
Esparciendo sus pétalos
En algún otro lugar.

Quédate junto a mí,
Déjame que invente un verso
Para susurrártelo al oído
Déjame vivir una historia de mentiras,
En que tus besos no existen,
En que las caricias que mi cuerpo añora
No dejan huella.
Déjame enamorarme
Aunque luego
Me olvides
En una de estas noches.

Mi querida amiga tristeza,
Compañera incansable
Que siempre vienes sin anunciarte
Silenciosa, lenta,
Adentrándose así,
Callada, sigilosa.
Abrazándome, invadiendo todo mi ser.
Déjame acurrucarme en tu regazo,
Al lado del dolor y la desazón.
Con el trascurso de los años
Nos hemos hecho inseparables.
Aunque a veces vuelas y desapareces.
Y otras en cambio te quedas aquí
Conmigo, callada, mí amiga.

Mientras yo te sienta,
Tú serás mí guía,
Mi prueba de mi otra vida,
En la cual no había ni dolor ni sufrimiento.
Si quieres recordarme,
No busques donde se buscan
Siempre las huellas y el recuerdo.
Y al verme, tú reconocerás mi rostro.
Y al posar mi mirada vacía,
Mantenida en algún punto lejano.
Vuelvo mi rostro hacia ti,
Y volveré la cabeza, cuando te marches.
Y veré que ahora si eres mía,
Mi hija.

Si tú me das tu libertad,
Me das tus años,
Puros, blancos.
Me das el tiempo, que pasa.
Descánsala hoy en mí, la gozaré.
Como una hoja en la que se resbalan
Las gotas de rocío al suelo.
Solamente la quiero,
Para volver a soltarla
Si tú no me quedaras,
Para hablarme de la verdad,
De las cosas sencillas,
De los recuerdos,
Que ya en mi memoria
Dejaron de existir.

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