Los discapacitados denuncian la existencia de barreras en la nueva estación de autobuses

Fuente: Heraldo de Aragón
3/07/2007 -Elena Puértolas

José Julio Martínez ha detectado muchas barreras arquitectónicas para acceder a la estación central de autobuses de Zaragoza-Delicias, que se ha estrenado recientemente. Desde su silla de ruedas, encuentra trabas para moverse con facilidad por las instalaciones que tampoco están adaptadas para personas con problemas auditivos o visuales. Por ello, el Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI-Aragón) ha enviado un informe a la empresa gestora de la terminal para denunciar las deficiencias y solicitar que se subsanen.Los accesos a la estación, los problemas para aparcar un vehículo, la falta de personal de apoyo a los discapacitados, la dificultad de manejarse en las taquillas o la falta de señalización y de información adaptada a las distintas discapacidades son algunas de las carencias detectadas por la comisión de accesibilidad de CERMI.

La primera barrera con la que se topó ayer Julio José Martínez fue la propia puerta de entrada a la estación. Son grandes cristaleras sin los adecuados vinilos de señalización, que ayudan no solo a los discapacitados físicos sino a los visuales. Casualmente, dos usuarias sin ningún tipo de discapacidad tropezaron en una banda metálica superpuesta sobre las baldosas en el umbral de la puerta: una trampa para un invidente.Es uno de los defectos que destaca el informe de CERMI, que pone de manifiesto otras carencias en los accesos.

En primer lugar, destaca que la glorieta de entrada a la intermodal desde la avenida de Navarra presenta dificultades para la orientación por la complejidad de los cruces, la irregularidad de su trazado o la ausencia de semáforos sonoros y señalización en el suelo.Por otro lado, la parada del autobús urbano situada frente a la estación tiene un bordillo de 18 centímetros en un paso de cebra, y la acera en la que se bajan los viajeros es muy estrecha para maniobrar con una silla. También indican que es difícil encontrar un vehículo adaptado en cualquiera de las tres líneas de Tuzsa.Si la persona con discapacidad va con vehículo, la única solución es bajar al aparcamiento porque no hay ninguna plaza reservada en el exterior. Así lo constató ayer José Julio Martínez que fue en el coche con un amigo.

Solo hay dos plazas en la entrada a la estación de tren, a más de 100 metros de distancia, denuncia la coordinadora.Dentro de la estación, las tres plazas reservadas próximas al ascensor carecen de señalización vertical. También hay otras cuatro más lejos, pero, no hay indicativos para subir a la estación. José Julio y su compañero recibieron las indicaciones de un operario para aparcar.

Ya en el ascensor, es difícil dar la vuelta porque suelen ir llenos (hay dos) y porque solo hay pasamanos en uno de los tres laterales. José Julio optó por salir marcha atrás, pero se encontró con que la puerta se cerrada muy rápidamente, a pesar de los sensores. Si cuando lo llama no está pegado a la puerta, el ascensor vuelve a cerrarse.El mostrador de información tiene una parte a la altura de una silla de ruedas, pero como es recta y no tiene hueco, le resulta difícil acercarse. José Julio puede llegar a las taquillas a comprar un billete o incluso para hacerlo en las máquinas expendedoras que acaban de instalar un grupo de compañías.

Sin embargo, las taquillas carecen de información sonora para los discapacitados visuales que necesitarían ayuda para conocer su turno y la taquilla que les corresponde.José Julio podía comprar su billete pero el principal inconveniente es que no pueden acceder a todos los servicios de líneas regulares, ya que no todos los autobuses están adaptados. Algunas compañías tienen vehículos con rampa de acceso en los principales trayectos, pero hay recorridos que no se pueden realizar.

La recomendación de la estación es preguntar a cada operador.CERMI recuerda que en 2004 presentaron al Gobierno de Aragón un informe sobre el acondicionamiento necesario para mejorar la accesibilidad. Al mismo tiempo, también solicitaron poder acceder a las obras antes de su estreno. Sin embargo, no han podido entrar hasta que no se ha inaugurado y sus planteamientos no se han escuchado.